PRIMARK
katharine stewart

La Entrevista

Entrevista: hablemos de cuestiones Éticas

Probablemente habrás oído hablar de las prácticas éticas, sean buenas o malas, de muchas empresas minoristas y sin duda te habrás fijado en un nuevo término (nosotros lo hemos hecho) que resulta ser una de las palabras del momento: «sostenibilidad». ¿Pero alguna vez una marca te ha explicado lo que significa de verdad?

sep. 9 · 2 mínimo leído

Sigue leyendo para descubrir cómo Katharine Stewart, nuestra directora de Ethical Trade and Environmental Sustainability, aclara los principios éticos de Primark, explica lo que quiere decir algodón sostenible y nos cuenta qué podemos hacer cada uno de nosotros para ser más sostenibles.

Katharine Stewart tiene un papel crucial en Primark y un cargo igual de impresionante. «El programa ha evolucionado a lo largo de los años y mi cargo también, ¡y ahora tiene un nombre interminable!», comenta entre risas. Encargarse de planificar las cuestiones éticas y de sostenibilidad de Primark no es tarea fácil, pero Katharine, lejos de amedrentarse, se crece con la responsabilidad inherente a su puesto: «Somos una empresa internacional y, como tal, tenemos responsabilidades. Esto, que puede sonar abrumador para algunas personas, para mí solo significa que tenemos la oportunidad de hacer muchas cosas, y creo que todos sabemos que cuando en Primark se nos mete algo en la cabeza, nos ponemos a ello hasta que lo conseguimos».

Me reuní hace poco con Katharine para hablar sobre la ética de la empresa y, desde el primer momento, me quedó claro su amplio conocimiento sobre lo que implica un comercio ético correcto, su pasión por Primark, donde ha trabajado durante más de 20 años, y la importancia de los programas de algodón sostenible de los que ha formado parte: «Están suponiendo un auténtico cambio generacional. Los hijos de algunas de las agricultoras que han participado en nuestro Sustainable Cotton Programme desde sus inicios en 2013 ahora van a la universidad, lo cual no hubiera sido posible sin el aumento de ingresos que han podido percibir gracias al programa. Se trata de ofrecer oportunidades a las personas y creo que eso es lo más gratificante».

Después de destacar por su impecable trabajo en el equipo de compras de Primark y con una carrera profesional de 11 años a sus espaldas, Katharine estaba lista para enfrentarse a un nuevo reto y fue entonces cuando GAP la contactó para trabajar en su nueva oficina de Londres. Corría el año 2006 y Primark seguía siendo una empresa bastante local; para haceros una idea, estábamos a punto de abrir nuestra primera tienda en Oxford Street. «En GAP al principio solo me encargaba de la compra de complementos, pero enseguida empecé a ocuparme también de la moda masculina. Luego, me convertí en la vicepresidenta de la empresa y me encargué de las compras de moda femenina y masculina, así como de los complementos. Suena muy importante». Katharine lo cuenta con una sonrisa en la boca mientras recuerda cómo llegó al mundo de la moda. «Siempre quise dedicarme al diseño de moda, pero no era lo suficientemente buena; es algo que comprendí bastante rápido», explica. «Una de las personas a las que conocí en un trabajo de fin de semana que sí acabó convirtiéndose en diseñadora es Jenny Packham; el hecho, fue pasar tantas horas con ella lo que hizo que me diera cuenta de que yo no era demasiado buena. De modo que, en lugar de seguir ese camino, decidí estudiar Textiles, Economía y Administración de empresas».

La manera en la que Katharine rememora su carrera deja clara su pasión por el mundo de la moda en general y cómo las personas con las que se ha topado por el camino la han inspirado aún más en esa dirección. «En GAP trabajé con gente como Phoebe Philo, que en aquella época era consultora creativa, y pasé mucho tiempo con ella, lo que me fascinaba».

¿Pero cómo se metió en cuestiones éticas? «Pues fue empecé a tratar temas de cumplimiento social un poco al azar. GAP tenía su propio equipo de responsabilidad social, o por lo menos así lo llamaban, en San Francisco, y tenían a una persona en Europa; esa persona estaba a mi cargo. Ese fue realmente mi primer contacto con el sector de los programas de cumplimiento social.»

Dos años después, Primark decidió crear su propio equipo interno para gestionar programas de comercio ético y enseguida tuvieron claro quién debería encargarse de él: Katharine. «Creo que nadie, incluso ahora, se imaginaba la envergadura que tendría este programa. De hecho, esa es una de las mayores dificultades: adaptarse a los cambios y a las nuevas investigaciones. Por ejemplo, "Planeta azul" puso en el punto de mira el uso del plástico y su impacto en el medio ambiente. Así que estamos en constante evolución», aclara.

Mucha gente piensa equivocadamente que Primark cuenta con sus propias fábricas, pero Katharine nos deja claro que no es así. «Lo que sabemos por las auditorías que realizamos es que el 98 % de las fábricas de nuestros proveedores también trabajan para otras grandes marcas, algunas de ellas incluso de lujo. He estado en una fábrica donde nuestra camiseta de 4 € se hacía al lado de una de 60 €. Junto a nuestras prendas también se producen las de otras empresas y lo que tenemos que entender es que usamos las mismas fábricas, es decir, el mismo entorno, los mismos salarios y las mismas condiciones de trabajo, aunque el precio final acabe siendo diferente».

Otro aspecto que cabe mencionar es que todas las plantas se inspeccionan antes de que Primark empiece a trabajar con ellas, y que no todas superan favorablemente dichas inspecciones. Una vez que Primark aprueba una fábrica y se empieza la producción, se vuelven a realizar auditorías al menos una vez al año y, en algunos casos, podrían ser sometidas a controles aleatorios sin previo aviso. «Si detectamos algún problema con uno de nuestros proveedores, lo abordamos hasta solucionarlo. Uno de los puntos fuertes de nuestro programa es que contamos con un equipo de campo a gran escala», afirma Katharine.

Seguramente estarás al tanto de los recientes lanzamientos de productos de algodón sostenible en las líneas de prendas vaqueras, pijamas y artículos para el hogar, pero nos interesa que Katharine nos explique de primera mano qué significa en la práctica el término «sostenible».

«A diferencia del algodón convencional, el algodón sostenible tiene como prioridad reducir el impacto medioambiental de su cultivo.

En 2013, lanzamos un programa para agricultores de algodón, que les enseña a cultivarlo de forma más sostenible, usando menos pesticidas, fertilizantes químicos y agua y que, en última instancia, les permite ganar más dinero. Entre otras cosas, el programa enseña a los agricultores a distribuir las plantas de algodón en hileras y excavar una zanja entre ellas para que el agua vaya directamente a las raíces (en lugar de inundar toda la parcela). El programa también los forma acerca de los pesticidas y los fertilizantes químicos: les mostramos cómo pueden tratar sus plantas de una forma más natural mediante el uso, por ejemplo, del estiércol del ganado, que puede servir como abono y como pesticida. ¡Es genial!»

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«Antes de que existiera este programa, muchos agricultores alquilaban tractores y arados para producir algodón. Ahora, con los ingresos adicionales que han obtenido, muchos han comprado su propia maquinaria. No solo obtienen más beneficios del cultivo del algodón, sino que además ahora usan sus propias máquinas e incluso pueden alquilarlas a otros agricultores, logrando así otra fuente de ingresos. Es increíble, porque nuestras agricultoras han podido construirse casas más grandes, les compran motos a sus maridos y están encantadas; es simplemente fantástico. Pero la clave es la inversión que realizan en la educación de sus hijos; quizás ese sea el mayor logro».

El año pasado ampliamos el programa a Pakistán, donde sembramos nuestras primeras plantas, y este año empezaremos también en China.

Nuestra página web recibe más de dos millones de visitas cada semana y tenemos más de 10 millones de seguidores en las redes sociales, por eso sabemos que nuestro público milenial y de la generación Z está muy concienciado sobre temas de sostenibilidad y problemas medioambientales. En este sentido, ¿qué hace Primark para ser más transparente acerca de sus proveedores y las fábricas donde se producen sus productos? Katharine continúa: «Nos abastecemos de más de 1000 fábricas repartidas en 29 países, aunque el grueso de la producción viene de China, Pakistán, India y Bangladés. El año pasado publicamos nuestro propio mapa mundial de puntos de producción, que incluye todos los detalles sobre dónde se encuentran las fábricas de nuestros proveedores. Para nosotros, esto supone un gran paso hacia delante».

Y la pregunta del millón es: ¿cuáles son los planes de sostenibilidad de Primark para el futuro?

«El programa de ampliación del algodón es un proyecto enorme para nosotros. Nos centramos sobre todo en el uso de más tejidos sostenibles, tanto de algodón como de poliéster reciclado, en nuestras líneas de otoño y también estamos estudiando otras telas. Nuestro programa de reciclaje será otro gran avance, ya que actualmente solo estaba en marcha en nuestra tienda de Birmingham, pero tenemos un ambicioso plan para lanzarlo en TODAS nuestras tiendas. Otra de las cosas en las que hemos estado trabajando es el tema de los envases, para sustituir los de plástico por unos de materiales reciclables».

¡Caray! Ya sabíamos que Primark, una empresa con más de 370 tiendas repartidas por todo el mundo, no hace las cosas a medias, pero conocer un poco más de cerca sus prácticas éticas y sus planes de sostenibilidad refuerza aún más esta idea. Vuelve pronto para descubrir nuevas colecciones sostenibles que se lanzarán en nuestras tiendas.