Un baño de ensueño
¡Ha llegado el momento de tomarse la hora del baño muy en serio! Todos necesitamos dedicarnos un poco de tiempo de autocuidado y las noches libres que nos «regala» nuestra falta de planes sociales son la excusa perfecta para aprovechar los beneficios calmantes de un baño relajante de lujo.
Está demostrado que el baño reduce el estrés y calma cuerpo y mente, así que dedica un tiempo a disfrutarlo y a cuidar de tu bienestar. Si prefieres las duchas, sigue leyendo nuestra guía para convencerte de las virtudes de transformar tu baño en un ritual relajante.
Preparar el ambiente
Crear un baño digno de spa es bastante sencillo, solo tienes que intentar recrear algunas de las características que esperarías de un spa de lujo. Es fácil emular la experiencia en casa, ¡aunque tu baño no tenga nada de zen! Guarda una buena cantidad de tus velas favoritas en el baño y enciende algunas para empezar a crear el ambiente. Busca velas con aromas relajantes, como la lavanda o la camomila, para inundar tu baño con una fragancia calmante. Llévate contigo un vaso de agua o de la bebida que te apetezca para tomártela mientras te sumerges y, si te aburres, no olvides tener cerca tu libro preferido o una revista.
Extras añadidos
Existe un sinfín de productos entre los que puedes elegir para convertir tu baño en una experiencia sensorial. Desde las clásicas burbujas y las bombas de baño de colores hasta las sales tradicionales y los aceites aromáticos. Busca productos con beneficios añadidos, como las sales que alivian los dolores musculares. Si no tienes ningún producto que utilizar, en tu cocina tienes ingredientes perfectos que suavizarán tu piel. Añade una taza de leche o de miel para aportar un extra de hidratación a la piel.
Tu estrategia de desconexión
No hay nada peor para un baño relajante que salir del agua y encontrarte con el aire frío. Para evitar este contraste, ten a mano unas toallas mullidas en las que envolverte al instante. Es el momento de usar los productos de baño más sofisticados que tengas, así que prepara tus hidratantes y aceites corporales para aplicártelos cuando la piel todavía esté húmeda.