Cuidado de la piel y maquillaje
Dónde aplicar el colorete según la forma del rostro
¿Quieres saber cuál es el secreto para conseguir esas radiantes mejillas sonrosadas? Disponer del colorete adecuado. Sigue leyendo para encontrar el tuyo.
El colorete es tu gran baza para lucir un cutis radiante durante todo el año. Después de haber desaparecido prácticamente de la escena del maquillaje durante unos años, no se puede negar que ha vuelto a resurgir con fuerza en los últimos meses. Este producto indispensable, que suele destacar en las tendencias de belleza virales de las redes sociales y en los looks más icónicos de la alfombra roja, se ha ganado su lugar en nuestro neceser de maquillaje.
Encontrar el colorete perfecto puede parecer complicado, pero no te preocupes: nuestra colección de productos de belleza incluye una extensa gama de coloretes a precios más que asequibles, que se adaptan a tu tono de piel y a la forma de tu rostro. ¿No sabes por dónde empezar? Sigue la guía a continuación para encontrar el colorete perfecto.
¿Por qué es importante la zona donde se aplica el colorete?
Aplicar el colorete en las zonas adecuadas te ayudará a dar forma al rostro y a definir y realzar tus rasgos naturales. Estas son las zonas más habituales:
En las manzanas de las mejillas: de esta manera, el producto dará un toque de color al centro del rostro, logrando un aspecto juvenil y atractivo.
En los pómulos: así se eleva el rostro y se crea un aspecto más esculpido y de líneas más marcadas.
A lo largo de las sienes: aplicar colorete en esta zona puede alargar el rostro y darle una forma más ovalada. Está técnica es ideal para lograr un sutil efecto bronceado.
¿Sabes qué forma tiene tu rostro?
El primer paso antes de aplicar el colorete es identificar la forma del rostro. Para empezar, recógete el cabello hacia atrás y mírate en el espejo para analizar tus rasgos. ¿No tienes clara la forma de tu rostro? Utiliza esta guía para averiguarla.
Ovalado: tienes el rostro más largo que ancho, con proporciones equilibradas.
Redondo: tu rostro es igual de ancho que largo, con un contorno suave y curvado.
Cuadrado: tienes la mandíbula marcada y angulosa. Además, tu rostro es aproximadamente igual de ancho que de largo.
Forma de triángulo invertido: la frente es más ancha, y el rostro se va afinando hasta llegar a la barbilla, de forma puntiaguda.
Alargado o rectangular: tienes el rostro claramente más largo que ancho, así como una mandíbula bien definida.
Una vez que hayas identificado la forma de tu rostro, puedes aplicar el colorete en las zonas adecuadas para realzar tus rasgos y equilibrar las proporciones. A continuación, te indicamos dónde aplicarlo según la forma del rostro:
Rostro redondo
- Aplica el colorete unos milímetros por encima de las manzanas de las mejillas y extiéndelo hacia las sienes en diagonal. Esto crea la ilusión de una mayor longitud y aporta definición al rostro.
Rostro ovalado
- Aplica el colorete en las manzanas de las mejillas o en los pómulos. Esto ayuda a equilibrar la forma natural del rostro.
Rostro rectangular
- Aplica el colorete justo debajo de los pómulos y difumínalo hacia arriba, en dirección a las sienes. Esto suaviza el ángulo de la mandíbula y crea una apariencia más ovalada.
Rostro con forma de triángulo invertido
- Difumina el pigmento desde las manzanas de las mejillas hasta las sienes. De esta manera, se equilibra la forma puntiaguda del mentón y se crea un aspecto más simétrico.
Rostro alargado
- Aplica el producto de forma horizontal en las manzanas de las mejillas, sin llegar a los pómulos. Esto ayuda a crear la ilusión de un rostro más corto.
Rostro en forma de diamante
- Aplica el producto en las manzanas de las mejillas y difumínalo ligeramente hacia arriba, en dirección a las sienes. Esto resalta los pómulos y ayuda a suavizar la forma angulosa del rostro.
Cómo elegir la fórmula de colorete adecuada
La elección de la fórmula adecuada dependerá de tu tipo de piel y del acabado que quieras conseguir. Sigue leyendo para obtener más información:
Colorete en polvo
El colorete en polvo es una excelente opción para las pieles grasas y mixtas. Su fórmula versátil y fácil de aplicar se difumina en la base de maquillaje a la perfección y absorbe el exceso de sebo, lo que la hace ideal para llevar durante todo el día, especialmente en lugares cálidos o con un alto nivel de humedad. Para aplicarlo y lograr un acabado homogéneo, utiliza una brocha de maquillaje de cabezal tupido de cerdas suaves o biselada.
Colorete líquido
El colorete líquido, que se está convirtiendo en uno de los productos estrella del mundo del maquillaje, es tu mejor baza para lucir una tez radiante. Se trata de un producto imprescindible para sumarte a la estética «clean girl»: deposita entre 1 y 3 gotas en la piel con el aplicador y difumina el producto con una esponja de maquillaje para lograr un acabado impecable.
Colorete en crema
Si buscas un acabado natural y radiante, los coloretes en crema son la opción ideal. Este tipo de fórmula se difumina fácilmente en la piel, y su textura mantecosa aporta un toque de hidratación, dejando el cutis luminoso. Aplícala con los dedos o con una brocha de punteado para obtener los mejores resultados.
Cómo elegir el tono de colorete perfecto
Por desgracia, no existe un tono de colorete universal que se adapte a todo tipo de pieles. El color que elijas dependerá tanto del tono y los matices de tu piel como del acabado que quieras conseguir. Si buscas una estética llamativa, sacar tu lado más artístico te resultará un juego de niños con tantas opciones entre las que elegir. Sin embargo, si lo que quieres es un tono sutil para complementar tus looks de diario, consulta nuestra lista a continuación, donde descubrirás qué colores se adaptan mejor a cada tono de piel.
Colorete para pieles muy claras
Para las pieles más claras, es importante optar por un tono suave para evitar un acabado demasiado marcado (el temido exceso de colorete). Si aplicas un colorete rosa claro semitransparente en las manzanas de las mejillas y la punta de la nariz, lograrás un acabado radiante. Además, este tipo de colorete te permitirá añadir más o menos producto, según sea necesario, para conseguir un look glamuroso y femenino.
Colorete para pieles de claras a medias
Si estás buscando un colorete que dé un toque de color a tus mejillas, pero que no oculte ese bronceado que has conseguido durante las vacaciones, nada mejor que optar por un tono rojizo con matices marrones y dorados. Con este tipo de producto, no solo podrás añadir a tu cutis un sutil toque de color, sino también aplicarlo como contorno en los pómulos. ¿Qué más se puede pedir?
Colorete para pieles tostadas u oliváceas
Si tienes una piel con matices oliváceos o amarillos, elegir un colorete de color melocotón o albaricoque dará un toque de color a tu piel sin crear un efecto demasiado denso o pastoso al aplicarlo encima de la base de maquillaje. ¿El color melocotón no es lo tuyo? Elige un tono rosa frío para lograr un acabado más suave.
Colorete para pieles oscuras
En este caso, apostar por un colorete en un tono más llamativo es la elección perfecta para conseguir una luminosidad etérea. Tonos vistosos como el rojo baya o el rosa fucsia aportarán a tus mejillas un toque de alta pigmentación que, sin duda, realzará la intensa tonalidad de tu piel. ¡Nos ha enamorado!